Vascos en Transilvania, la tierra del Conde Drácula

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La familia Ortueta-Eizmendi, Asier Teso y Javier Astigarraga han sido los encargados de mostrarnos los rincones de esta región histórica de Rumanía.

Descubrimos una región apasionante, a la que no le faltan ni historia, ni leyendas. Es la zona más misteriosa de Rumanía y un destino perfecto, de muy bajo presupuesto pero de gran satisfacción. Cluj-Napoca es su capital, y la segunda ciudad más grande de Rumanía. Habitada desde hace miles de años, ha vivido un pasado repleto de guerras e invasiones que le han dotado de influencias germanas, húngaras y rumanas. Todas ellas han hecho de Cluj-Napoca una ciudad abierta y muy cosmopolita. Tiene el ambiente más animado de todo el país, la ciudad está plagada de bares y restaurantes, y además, cada año se celebran cientos de eventos culturales entre sus calles.

En este mágico viaje conocemos la ciudad más bonita de Rumanía, Sighisoara, donde, además, nació el más famoso de los vampiros. Bram Stoker tomó el mito de Vlad el Empalador como inspiración para su novela ‘Drácula’, cuyo castillo situó en Transilvania. Sin embargo, Transilvania es mucho más que el mito vampírico y es una zona rica en historia, cultura y paisajes. Esta zona es un paraíso para los amantes de la montaña. Por aquí no solo se encuentran paisajes naturales magníficos, sino que algunas de sus muchas reservas naturales continúan intactas y puras. Nos adentramos también en el subsuelo, para descubrir la magnificencia de la salina de Turda, explotada durante casi 1000 años.

Familia Ortueta-Eizmendi

Koldo es de Leioa, tiene 50 años y lleva 4 viviendo en Rumanía. El trabajo le llevó allí no solo a él, sino a toda su familia. Arrastró a su mujer Elena y a sus 3 hijos, Carmen, de 18 años, Tomás de 15 y Malen, de 10. Él es el responsable de la planta de Cikautxo, empresa vasca de automoción, en Rumania.

Conocemos a Koldo en el centro de Cluj-Napoca, en la Piata Unirii, la plaza principal de Cluj y el inicio de la visita a la segunda ciudad más poblada de Rumanía. Allí vemos el Monumento a Matei Corvin (Matei Corvin fue un importante rey del Imperio austrohúngaro que nació en Cluj-Napoca y reinó durante la segunda mitad del siglo XV.). Seguimos el recorrido viendo el Bulevar de los Héroes donde encontramos edificios interesantes de diferentes estilos. Como monumentos destacan la loba capitolina y un gran monumento que conmemora una revuelta popular en la que ciudadanos rumanos exigieron tener los mismos derechos que húngaros y sajones.

Koldo nos presentará por partes a su familia entera, empezando por su mujer, Elena, de Bilbao. Con esta pareja, recorremos los canales de la ciudad, el río Somes, la plaza de Miguel el Valiente, y entramos a la Casa de Matei Corvin. Reponemos fuerzas en uno de los restaurantes más famosos de Cluj,  para después desplazarnos a conocer Cikautxo, una empresa vasca dedicada al sector de la automoción con sede en Rumanía, del que Koldo es responsable. Como Koldo y Elena deben seguir trabajando, nos dejarán en buenas manos, en las de su hija Carmen. Con ella, vamos a visitar el Museo Etnográfico de Transilvania, donde para después, acudir al parque central, donde daremos un paseo en barca en el céntrico lago y merendaremos un dulce muy típico en Transilvania, y cuyo sabor, asegura Carmen que se parece al de los bollos de mantequilla. Terminamos en casa para conocer al resto de la familia, a los pequeños Tomás y Malen, y para cenar una barbacoa vasco-rumana.

Javier Astigarraga

Javier tiene 28 años, es de Donosti y vive en Cluj-Napoca desde hace poco más de un año. El amor ha sido el responsable de que Javier viva en Cluj-Napoca, ya que su novia es de esta región. Aquí trabaja como ingeniero mecánico para una empresa de automoción alemana preparando modelos para distintos tipos de simulaciones.

Conocemos a Javier con las espectaculares vistas de la reserva natural Cheile Turzii, en la zona de la ciudad de Turda. Tiene unos paisajes naturales magníficos; el río Aries atraviesa las montañas que, en su punto máximo, converge en una garganta de agua. Es el lugar ideal para los amantes de las caminatas y el montañismo, y es que Transilvania no solo es tierra de leyendas vampíricas. Seguimos de ruta visitando la famosa Salina Turda a unos 40 km de Cluj-Napoca. Esta mina subterránea es de las más espectaculares modeladas por el ser humano en el mundo, creado en un entorno natural especial, en las profundidades de Transilvania, excavando en la sal depositada tras la evaporación del mar que cubrió toda la región hace millones de años. Volviendo a Cluj-Napoca visitamos la Ópera de la ciudad, un impresionante y bonito monumento donde los rumanos disfrutan del arte. Hay mucha afición en este país a la ópera, siendo los precios de las entradas más asequibles que los de nuestros cines. Disfrutamos de la actuación de Héctor López, un aclamado tenor mexicano que decidió emigrar a Rumanía por ser un país donde la música no falta. Seguimos visitando el mayor jardín botánico del país con 14 hectáreas y senderos entre zonas boscosas y ríos. Allí conocemos la razón de que el donostiarra esté en Transilvania. Nadia es una rumana que estudió en Bilbao, donde conoció a Javier. Vamos a una zona de comida internacional, donde nos encontramos con un grupo de 4 estudiantes vascos, de Erasmus en Transilvania. Después, Javier nos enseñará a practicar skate, deporte que realiza desde que llegó a Rumanía. Terminamos en el mirador Belvedere para admirar la belleza de los tejados medievales y despedirnos de la pareja.

Asier Teso

Asier tiene 27 años, es de Bilbao y vive en Cluj-Napoca desde hace casi dos años para trabajar en el sector de la automoción en Cikautxo, una empresa vasca con sede en Rumanía. Él es ingeniero industrial, habiendo estudiado en el Colegio Vizcaya hasta bachiller y después el grado y el máster en la Universidad de Deusto. Asegura estar contento en Cluj-Napoca, aunque echa mucho de menos salir de poteo, pasar ratos con su cuadrilla y los partidos del Athletic en San Mamés.

Comenzamos con Asier en la puerta de entrada de Sighisoara, la ciudad más bonita de Rumanía. Lo que hay que ver en Sighisoara se apiña en su recinto fortificado, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999. Es una joya casi única, pues es una de las escasas ciudadelas medievales de Europa que aún sigue habitada.  Seguimos callejeando por esta ciudad medieval, de la mano de Dorin, un juglar del siglo XV que nos descubre los secretos de esta preciosa ciudad. Visitamos la casa natal de Vlad Tepes, reconvertida en un curioso restaurante en el que probamos algunos platos típicos.  Vamos a subir la «Escalera Escolar», una escalera cubierta construida en 1642 que unía la parte baja de la ciudadela con la parte alta y la Antigua Escuela (Schola Reipublicae Seminarium), donde conservan un aula con material de estudio del siglo pasado. Asier nos lleva a degustar unos platos tradicionales rumanos y acabamos disfrutando de las magníficas vistas de la ciudad medieval de Sighisoara. 

Fuente eitb.eus